martes, 6 de abril de 2010

BEAMONTE Y LA FELICIDAD

Nuestro admirado alcalde tiene la maravillosa costumbre de que cuando alguien le saca de sus casillas (es decir en cuanto recibe alguna crítica y no tiene argumentos plausibles para contestar), le contesta con ese salero que todos conocemos: “¿es usted feliz en su casa?”, “sea feliz y deje ese rencor” y términos similares.
Creemos que nuestros compañeros del grupo municipal socialista son felices, probablemente con sus problemas, sus inquietudes, sus dudas, etc. Es decir, como cualquier persona; pero lo que está claro es que tienen mucha mas educación que el Sr. Beamonte.
Nuestra portavoz Ana Cristina Vera y el resto aguantan a pie firme un día tras otro el tormento que supone escuchar descalificaciones, chanzas, bromas sin gracia y salidas de tono de quien debería aportar en el salón de plenos responsabilidad y seriedad. Es su forma de ser y de vivir la política, que le vamos a hacer, pero sin duda si es su forma de concebir la política, no me gusta como político; si es su forma de ver la vida, no me gusta como persona.
En el último pleno de presupuestos en lugar de debatir un documento indefendible se dedicó a atacar sin medida personalmente a nuestra portavoz, una vez más su coletilla:
”Sea Ud. Feliz señora Vera”, todo esto en su estilo iracundo que tanto debe gustar a sus
bases y a sus compañeros de partido y grupo municipal; además nos encontramos con la sorpresa que al salir del pleno se estaba repartiendo una nueva revista: “Populares”, un plagio de “socialistas” pero a lo bestia.
Esta revista perseguía dos objetivos: acallar cualquier comentario del pleno de los peores presupuestos de la historia de Tarazona y verter toda la bilis almacenada por Beamonte y alguno/a más (para quedarse tranquilos, vaya). Tal cúmulo de mentiras y barbaridades no sé que impacto habrá logrado entre la ciudadanía de Tarazona, pero si aparte de los objetivos anteriores buscaba un enfrentamiento del mismo tono con la revista socialistas no lo va a conseguir. Por la sencilla razón de que no todos somos iguales. No todos concebimos la vida pública de la misma manera. Por que no todos los que hacen política deben ser maleducados, soberbios y poseedores de la verdad absoluta. Para “socialistas” sería fácil hacer un listado con los ingresos y el patrimonio de Beamonte pero no somos quien para valorarlo, ni vamos a entrar en ello. Simplemente recordar, que el sueldo de una diputada
regional socialista, es un sueldo público, y posiblemente menor que el de un diputado popular como el del Sr. Beamonte.
Nos sería sencillo hurgar en su vida privada, no lo haremos porque sencillamente no nos importa la vida privada de nadie y menos de Beamonte, pero que no olvide que controlaremos con rigor y responsabilidad todo lo concerniente a lo público, que sus ataques y difamaciones no apartarán un ápice a nuestro grupo municipal de su trabajo.
Para terminar, ya que tenemos la certeza de que nos lee con mucho aprovechamiento, nos gustaría darle un par de consejos a D. Luis María. En primer lugar el que le dieron en el pleno de presupuestos, trabaje un poco más por Tarazona y deje de ser solo presidente de su partido, delegue en sus concejales, y si no confía en ellos cámbielos. Por último intente combatir ese complejo de “a mi no me pisa nadie” que le da un día si y otro también, ya que hasta los “grandes hombres” como usted pueden tener complejo de inferioridad.
Un saludo.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Es preocupante el clima que se está creando de "jugar" a la Guerra Civil. Será responsabilidad de los políticos el apaciguar los ánimos y tomar medidas para castigar a los exaltados de ambos bandos. Deberéis tomar medidas ejemplarizantes drásticas antes que esto vaya a más. Y deberéis dar ejemplo de una vuelta a la concordia y a la fraternidad que a mí me ha tocado vivir hasta ahora. ¿C'omo es posible que la población no haya escarmentado después de nuestra Guerra Civil y la 2º Mundial? ¿De qué sirve aprender Historia pues? Por mi parte prefiero formar parte de una izquierda que, viendo la reacción de los nostálgicos del franquismo, se esfuerce en no provocar enfrentamientos. Allá ellos con su Valle de los Caídos y con sus recuerdos. Avanzemos pasando de ellos. Mostremos en la tele, para educar, el horror de todos los totalitarismos de todos los extremos y punto. Recojamos nuestros muertos y a ellos que les den.

Anónimo dijo...

La emigración que no se integra. No, no me refiero al velo islámico al que considero como una medalla cristiana, (otra cosa serán razones higiénicas, de control sobre el alumnado, u otras razones de carácter práctico que desaconsejen su utilización). No, ahora me refiero a los diferentes grupos raciales que continuamente protagonizan conflictos. Especialmente a ese en el que todos pensamos: el de los gitanos rumanos que da la sensación y matemáticamente será cierto, que posee un elevado número de miembros francamente inintegrables. Sabemos que si ahora no se toman medidas efectivas con estos "pueblos" tendremos un grave problema en el futuro. Yo sé que como filoizquierdistas preferimos creer en su futura integración y en el que conviviremos pacificamente, inhibiendo el primigenio y subconsciente rechazo al que es diferente... y efectivamente, nos alegramos al conseguir esta inhibición cuando comprobamos que muchos emigrantes son muy parecidos a nosotros y en poco nos diferenciamos... pero ¿cómo reaccionaremos cuando comprobemos que un gran número de inmigrantes persiste en costumbres que afectan al vecino como son la higiene, o un sentido moral de superviviente que no contempla el acatamiento de nuestras leyes?. Estallará el conflicto sin remedio sino tomamos medidas drásticas. Decía que como simpatizamos con la izquierda, por miedo a que nos tachen ó a tacharnos a nosotros mismos de racistas y fascistas, damos la sensación de preferir mirar para otro lado y, acaso, y sería lo más grave moralmente, desear en el fondo que sea la derecha o los fascistas los que "atajen" el problema. Eso es lo que más me duele, que desde la izquierda no pensemos en ir aportando ideas prácticas para tratar este problema. Sí, sin hipocresías, para tratar estos emigrantes que no se integran y se reproducen exponecialmente (y por favor, no creas ver en esto último una expresión de científico nazi)
Yo no sé qué habrá que hacer y, ciertamente, casi me da miedo preguntármelo, precisamente por ese miedo a mirar dentro de nuestro fondo. No sé si habrá que devolverlos ignorando que ahora somos todos europeos, si habrá qué crear granjas-escuela para educarlos (que sí, que sí que parece muy nazi esto, pero es que realmente parece que a grandes males, grandes remedios) O no sé si simplemente nuestro deber será aceptarlos como vecinos y soportar todas "diferencias culturales" con cristiana y humanista resignación...Yo os pido a los políticos que penséis en todos estos graves problemas que se avecinan porque comienzan con disputas en las calles poco céntricas y terminan con golpes de estado e instauraciones de regímenes del horror.

Anónimo dijo...

Supongo que, si la crisis económica, sigue devastando nuestra economía y tendemos hacia el nacionalismo económico en la medida de lo posible y el "reagrupamiento" de los poderes autonómicos, con su ejército de funcionarios por ejemplo, saltará algún iluminado que tache estas medidas de "franquistas", seguro. Pues yo espero que si es conveniente asumirlas, no nos dejemos llevar por la demagogia y tonterías teóricas politiqueras.

Anónimo dijo...

Espero que no seas un funcionario. Y si lo eres que comprendas mi postura. Pero es muy gordo lo de los sindicatos. O sea, tenemos un montón de paro y hasta que se movilizaron un poco, hizo falta Dios y ayuda.Y hoy que amenaza el gobierno con reducir a los funcios el sueldo se tiran de los pelos. Pero bueno, ya vale de descaro ya está bien de que estén funcionarializados y de que sólo piensen en sus protegidos.
¡Queremos una izquierda, un socialismo, de individuos, no una izquierda o un socialismo para funcionarios!

Anónimo dijo...

Supongo que asistimos a la derrota de Zapatero. Y no puedo dejar de sentirlo. Desde luego que no me debe preocupar su suerte: ni él ni los suyos se arruinarán, nadie les exigirá responsabilidades económicas por su mejor o peor gestión...pero me apena su derrumbe y el de la credibilidad de la izquierda en general como gestora económica. Y me apena no sólo porque parezca que la idea de esperar que el capital y también los empleados, trabajemos en favor de la sociedad por propia iniciativa sin esperar cuantiosos beneficios, sea una utopía irrealizable y acusemos siempre al otro de la culpa del desastre y al final quizás unos vendan negocios por un dinero fácil y otros pretendamos vivir sin apenas esfuerzo...también me fastidia porque no puedo dejar de creer que sumada a la ingenuidad del Gobierno y su poca pericia existe una pasividad y unas ganas del mundo financiero y empresarial de destrozarlo.
Nuevamente asistimos al desprestigio de la izquierda, también provocado por fuerzas que son cada vez mayores con la dichosa globalización económica. Y nuevamente comprobamos que no hay forma de combatirlas. Y lo peor será será que pese a lo que piense la Derecha, tampoco con ellos mandando, podrá nuestro país dejar de ser un mero consumidor y un pariente pobre de lós más fuertes.